El paso de Esequiel Barco en River, desde su llegada con Marcelo Gallardo hasta su afianzamiento con Martín Demichelis, fue lo más parecido a una montaña rusa. Empezó con una bajada abrupta, no habiendo podido mostrar las cualidades por las que se lo fue a buscar, y siguió con una subida igual de pronunciada, en un esquema que le sentó bien y por el que pudo explotar su fútbol. Ahora, lo que hay es estabilidad. La que permitió que el club decidiera hacer un gran esfuerzo económico por su ficha y, en consecuencia, Atlanta United se despidiera definitivamente de él.
Nota en desarrollo…
Barco se quedará en River. (AFP)